Seguros de averías para coches usados, consejos y recomendaciones

Al comprar un coche o vehículo de segunda mano a un concesionario de coches o a un vendedor profesional y, después de utilizarlo, vemos que el vehículo no se ajusta a lo prometido o se avería, el vendedor está obligado a garantizarnos la solución del problema al menos durante el primer año después de la compra, ya sea sustituyendo el vehículo o reparándolo, o bien, si esto no es posible, mediante una rebaja del precio o aceptando la resolución del contrato de compraventa.

Coche averiado en carretera

No obstante, muchos vendedores lo que hacen es ofrecer, salvo que el valor del coche sea muy pequeño, un seguro de averías cuyo coste para un coche estándar y con dos años de cobertura viene a oscilar entre los 450 y los 950 euros, dependiendo de si se pacta una franquicia por cada avería reparada.

Obviamente ninguno de estos seguros cubre el deterioro o desgaste por uso de las piezas, ni el de aquellos elementos del coche que hay que sustituir por razones de mantenimiento como frenos de disco, zapatas, batería, neumáticos, filtro de aceite, filtro de aire, etcétera).

El problema de muchos de estos seguros de avería es que en ocasiones excluyen coberturas que, en nuestra opinión, deberían estar cubiertas como:
  • Las averías por perdida de líquidos o gases, como puede ser una pérdida de aceite indebida que haga imposible mantener un nivel óptimo de la misma.
  • Aquellas averías que sean heredadas por causa del vendedor. Por ejemplo, reparaciones con piezas defectuosas, intervenciones que hayan dejado alguna pieza o elemento suelto o en mal estado, sustitución de elementos no acordes con las especificaciones del fabricante, etcétera. Cuestiones que son muy difíciles de comprobar si el vendedor niega haber sido el causante de tales desperfectos.
  • Los desperfectos o deficiencias que sean anteriores a la venta del vehículo o al inicio del seguro .

Por lo tanto en este tipo de seguros es muy importante tener claro y que se mencionen claramente por escrito las exclusiones, exigiendo que se supriman aquellas que consideremos peores y exageradas.

Por otro lado, aunque la cobertura de estos seguros debería empezar al extinguirse o terminar la garantía que el vendedor está obligado a suministrar, durante el primer año se suelen superponer seguro y garantía.

La clara conclusión es que este tipo de seguros no son de interés salvo que se compre a un vendedor que no se encuentre cercano a nuestro lugar de residencia o que sospechemos que existen muchas posibilidades de que cierre su negocio.

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